Cualquier excusa es buena para hacer turismo pero si la razón por la que vamos a hacer las maletas es un buen gin tonic… Entonces nos encontramos ante la excusa perfecta. ¿Qué mejor que unir turismo y gin tonics? Buscamos tres ciudades diferentes pero que están muy cerca (algunos puede que solo tengáis que comprar un billete de metro) para hacer una ruta temática.

Portofino

Portofino es uno de los lugares más chic del mundo, tanto que hay hasta un perfume de Dior que lo toma como protagonista, Escale à Portofino. Está en la costa mediterránea de Italia y ha sido uno de los destinos preferidos de los turistas elegantes desde ya principios del siglo XX.  

Así que en un lugar con tanto encanto y tanto estilo, nada mejor que tomarse un gin tonic en algún rincón con encanto de la ciudad, con el Mediterráneo a nuestros pies.  Nada mejor para alternar con la jet set que un buen gin tonic

Madrid

Vale: España no inventó el gin tonic y posiblemente no hay nada más británico que la ginebra. Pero sin embargo España es, hoy en día, una de las principales consumidoras de ginebra y de gin tonics. ¿Por qué gustan tanto estos cócteles? Sea por las razones que sea (y se nos ocurren muchas para explicarlo) lo cierto es que el gin tonic empieza a unirse mucho a España y en los medios anglosajones empiezan a dedicarle muchos artículos a cómo se hace el gin tonic perfecto en España.

Así que… ¿por qué no ir a Madrid en busca de la ciudad perfecta para tomarse un gin tonic? Podemos tomárnoslo en alguna de las coctelerías de la ciudad o incluso en la sierra (que siempre es mucho más exótico que el centro de la capital).

Lisboa

Voy a contaros un secreto: la ciudad más cool de Europa no es Londres. Tampoco es París (esa es la más chic, ¿no?). Ni ninguna de las capitales nórdicas. La ciudad más cool de Europa es Lisboa y la tenemos a nada en avión de las principales ciudades de España.

¿Por qué la capital de Portugal es la ciudad más cool de Europa? Hay muchísimas razones para ello. Además de la arquitectura de la ciudad, que crea rincones sorprendentes (por haber hay una iglesia en ruinas que es una superviviente del terremoto que destrozo Lisboa en el XVIII y otra con las paredes ennegrecidas, testimonio del incendio al que sobrevivió algún tiempo después) y encantadores, Lisboa está llena de animación, de vida cultural y de tiendencitas, bares, restaurantes y coctelerías dignas de cualquier revista de tendencias. La terraza Le Chat está siendo, este verano, uno de los epicentros de la ciudad para tomar un gin tonic.

Fotos cc Artur Staszewski, eschipul, Yiannis Chatzitheodorou, pedrosimoes7