Esta noche es la noche. La noche por excelencia para celebrar, para salir por ahí hasta que se haga de día y un poco más, para despendolarse. Un clásico entre los clásicos de la fiesta, del cachondeo, que a todos nos trae recuerdos de alguna noche homónima de años atrás, tal vez una de las primeras, tal vez una de las memorables, sea por el entusiasmo con el que las agarrábamos, sea por otras razones.
Sin embargo, no todo es alegría, como bien sabréis. Para mí es inevitable asociar la Nochevieja a momentos más bien poco placenteros. La calle llena de gente de punta en blanco, que (se nota) que ha estado esperando ese día para vestirse de algo estrambótico. Los bares y salas, a rebosar de gente con gorritos ridículos, matasuegras y abrigos. Si es un cotillón, ya ni te cuento.
Y la copas. Qué copas. Qué desastre. En los potingues que te tira el camarero cobra forma esa gran verdad, ese ranciofact de los buenos que estará encantado de repetirte cualquier persona de bien que haya pasado la cuarentena: “la Nochevieja es el peor día del año para salir”. Qué gran verdad.
El peor día para tomarse un gin tonic
Hace años que en Nochevieja sólo bebo cerveza y whisky de la petaca que me llevo de casa. Si eres de los que les gusta tomarse un gin tonic (o cualquier otro destilado, vaya, combinado o no), olvídate. Nochevieja no es la noche para andar pidiendo ginebras Premium, tónicas de alta calidad ni ornamentaciones elaboradas. Si te ponen hielo y el vaso no es de plástico, vas que chutas.
Y supongamos que no, que tú sabes elegir dónde vas y estás en un garito donde sí, incluso en Nochevieja, te ponen unos gin tonics por su sitio, con su copa de balón convenientemente enfriada y escurrida, su tónica de marca adecuadamente servida con la cucharilla espiral, su corteza cítrica en el borde y sus guarniciones exóticas. Pues no, no seas palizas, que somos doscientos detrás de ti; ¿no ves que hoy no toca?
Ya que hemos empezado el post con recuerdos y rememoraciones, acuérdate de las monumentales vomitonas y resacas que se ven por ahí entre el 1 y el 3 de enero. Tal vez incluso hayas protagonizado alguna. Pues eso, no te olvides, y esta Nochevieja, si no quieres quedarte en casa, al menos tómatelo con precaución y quédate en tu bar de confianza; eso si es verdaderamente de confianza. Por lo demás, ¡feliz año 2017!