Ginebras escocesas hay muchas, y muy buenas. Caorunn es una de esas que deja el Saltire (el pabellón escocés) bien alto. El resultado del trabajo de una de esas pequeñas destilerías británicas que han dado en el clavo siguiendo una estricta receta de tres ingredientes: estándares de calidad altos, aroma a terruño y pequeña escala.
Situémonos. Las Highlands escocesas, 1824: James McGregor funda la destilería Balmenach, donde el whisky fluye con mesura, siempre en pequeños lotes. Mismo lugar, 2009: el destilador de la casa, Simon Buley, aplica lo aprendido en los siglos anteriores a la destilación de ginebra. Del whisky, la ginebra Caorunn hereda el grano del que sale el alcohol, la excelente agua de la mezcla y el método de destilación.