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El Gin tonic, protagonista en la gran pantalla

Nadie conoce aún el ingrediente secreto de una buena película. Quizás sea un buen guión -aderezado con la acción, el drama y los toques de humor justos-, unas localizaciones deslumbrantes, un vestuario impactante o, simplemente, actores cuyos rostros atraigan a miles y miles de seguidores deseosos de ver su última interpretación en la gran pantalla.

Y exactamente lo mismo ocurre con un buen Gin tonic. Quizás el secreto esté en no preguntar al barman que nos ha atendido, en reprimir las ganas de interrogar al amigo que se ha ofrecido a prepararnos uno en su casa… Quizás el verdadero misterio resida en cerrar los ojos y disfrutar de cada trago con calma y agudeza, saboreando lentamente y dejando a los sentidos sorprenderse.

Pero, ¿qué tienen en común el gin tonic y el cine? A simple vista puede parecer que nada, pero lo cierto es que comparten más de lo solemos creer. El cine, a lo largo de su historia, se ha rendido a muchas modas y también ha sido artífice de otras tantas que han trascendido más allá de sus cuatro paredes repletas de butacas.

El cine deslumbra, tiene ese poder casi hipnotizante de convertirnos en todo aquello que queremos ser, con él nos evadimos de la realidad y nos sumergirnos en otro mundo que ha sido creado únicamente para uso y disfrute nuestro.

Y en ese mundo, como no, somos tremendamente atractivos, conducimos un coche que llama la atención de los viandantes, vestimos ropa cara, tenemos un trabajo que adoramos y cuando cae la noche y entramos en un bar, bebemos Gin tonic.

Los héroes de la gran pantalla se rinden ante esta bebida, igual que un día lo hicieron con los cigarrillos e incluso con el whisky con hielo. El Gin tonic es, sin duda alguna, un protagonista más del séptimo arte. Y si no que se lo hubieran dicho a Marlon Brando, quien confesaba que era su bebida preferida.

Dicen que el mismísimo Alfredo Landa era un maestro preparando Gin tonics, ¿te hubieras atrevido a preguntarle a él su secreto? No, ¿verdad? Pues a partir de ahora disfruta, siente, saborea y capta matiz a matiz todo el estallido de sabores de cada Gin tonic. Porque si supiéramos el desenlace de cada película, sentarse delante de la pantalla perdería todo su misterio…

Interior. Noche. Barra de un bar. Dos hombres miran fijamente a la camarera y le susurran al oído. –Dos Gin tonics, por favor.

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Prepara tu mejor Gin Tonic… y nos lo cuentas!

No hay antecedentes comparables al éxito de los Gin Tonics en nuestro país. Muchos creían que al igual que las burbujas del champán, la caída sería terrible y que todo Dios volvería a su dulzona copa de ron…

Pero no.

A base de insistencia (fenómeno que la ginebra comparte con la cerveza), cada vez somos más los neófitos que nos subimos al barco y que ya no nos queremos bajar. Probamos, investigamos, mezclamos…una suerte de alquimia de la fiesta y la diversión. Las opciones son inimaginables entre botánicos, ginebras, tónicas y todos los artilugios que usamos para preparar nuestro mejor Gin Tonic. Curva de aprendizaje muy breve y éxito asegurado entre los colegas.

Y digo yo… ¿Cuál es el tuyo?

Os animo a que mandéis vuestra mejor receta en los comentarios de este post y que esto se convierta en el Primer Concurso Amateur de Amantes del Gin en el blog de Gin Tonic Pack.  Abriremos un espacio para las votaciones del respetable, y ya se nos ocurrirá alguna idea sobre el premio para el más votado.

Yo también pienso participar… ¿qué os creéis?

Salud!

Ibn Sina

Gin tonic de frutos rojos

Los mejores frutos rojos para añadir a tu gin tonic

Echar una rodaja de limón o incluso de pepino en tu gin tonic es ya demasiado mainstream y resulta ya poco original. Sí, es cierto. Un gin tonic con una rodaja de pepino o incluso una de limón es una auténtica delicatesen, pero, teniendo en cuenta la amplia variedad de ginebras existentes y la amplitud de tónicas disponibles, no es necesario quedarse con ellos únicamente. ¿Has probado alguna vez a usar frutos rojos a tu gin tonic? Los gin tonics de frutos rojos son muy originales, muy vistosos (al fin y al cabo tienen un divertido colorido) y están especialmente buenos.

Sigue leyendo para descubrir cuáles son los mejores frutos rojos para añadir a tu gin tonic.  Continue reading

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Nuevo packaging GIN TONIC PACK

Hola a tod@s!

Hoy os presentamos el nuevo packaging de GIN TONIC PACK. Se trata de una caja de madera con separadores interiores que hemos diseñado específicamente para nuestros kits de preparación de gin tonic.

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¡El resultado habla por sí solo y creemos que os va a encantar!

¿A que te gustaría recibir uno de nuestros kit gin tonic?

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Definitivamente llegó el verano con sus calores, sus medias jornadas, sus ciudades medio vacías de viernes a domingo y, ese fenómeno que desde hace ya al menos una década, aguarda todo buen españolito con el ansia de quien se sabe londinense de adopción en el exilio: La escapada veraniega a Londres. “La capital de Europa”, “la ciudad cool”, “la City de las mil tendencias…” Londres es música, moda, cosmopolitismo… y, como no podía ser de otro modo, ginebra. Continue reading

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1085, una ginebra que reconquista paladares

Aunque España no es uno de esos países de tradición ginebrera, por toda nuestra geografía han aflorado en los últimos años, cual champiñones tras una buena lluvia, unos cuantos productos elaborados con mimo y atendiendo a los criterios de calidad más altos del mundo de la ginebra. Con ganas, conocimiento y ganas de innovar se puede llegar bastante lejos.

A partir de esa triple base, la familia Caro (de gran tradición en la destilación de licores) ha creado en Yepes la Ginebra Premium 1085, llamada así para recordar la fecha de la conquista cristiana de la ciudad de Toledo. Se presenta en una botella de corte clásico, ancha, baja y recta. Una ginebra pensada para situarse entre la mejores de nuestro país en su categoría.

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La flor de la uva

Savoir-faire francés: G’Vine

Hay vida más allá del enebro en el amplio mundo de la ginebra. Lo que para algunos suena a heterodoxia traicionera, para otros es una innovación señera, un hito, que abre nuevos horizontes a los amantes de la ginebra (y también a aquellos que no la aman, un nuevo mercado para los audaces). Es el caso de la celebrada familia G’Vine.

En la francesísima región vinícola de Cognac, Jean-Sébastien Robicquet es el representante de una larga saga de bodegueros que ha decidido abrir otra puerta: convertir la uva (de la variedad Ugni Blanc, mara más señas) en la base alcohólica de esta ginebra. ¿Hablamos de un aguardiente? No, aunque para los “laristas” acérrimos no merezca otro nombre.

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Aprende a elaborar una tarta de Gin Tonic paso a paso

¿Qué elaborarías si te dan ginebra, limón y tónica? Seguro que lo primero que piensas es en un Gin Tonic. No estaría mal para quitar la sed, pero hoy os proponemos una idea un poco diferente. Vamos a convertir esta bebida en un postre refrescante, suave y no demasiado dulce. La tarta de Gin Tonic será el colofón perfecto para una comida entre amigos. Eso sí, mejor que no la prueben los niños.

¿Ya tienes papel y boli? Pues empezamos. Lo primero que tenemos que hacer para elaborar esta deliciosa tarta de Gin Tonic es hacernos con un medidor y organizar los ingredientes en cuatro montones, uno para cada parte del pastel.

Foto: freedigitalphotos
Foto: freedigitalphotos

¿Qué ingredientes lleva una tarta de Gin Tonic?

1. El bizcocho. Para la base necesitaremos:
• Huevos (2).
• Azúcar (60 gramos).
• Harina (60 gramos y mejor que sea de repostería).
• Sal (una pizca).
• También podemos poner una base de las que venden preparadas y así ahorramos tiempo. Esto ya depende de cada uno.

2. El almíbar:
• Agua (unos 150 mililitros).
• Azúcar (100 gramos).
• Zumo de limón (unos 30 ml).

3. La mousse:
• Leche (250 ml).
• Un sobre de gelatina de limón.
• Zumo de limón (unos 200 ml, para lo que necesitaremos 3 limones grandes).
• Leche condensada (con un bote pequeño es suficiente).
• Nata para montar (400 ml, y es mejor que no sea desnatada).

4. La gelatina de Gin Tonic:
• Gelatina en hojas (6).
• Agua (100 ml).
• Azúcar (150 gramos).
• Zumo de limón (otros 80 ml más o menos).
• Ginebra (120 mililitros).
• Tónica (200 mililitros).
• Rodajas de limón para adornar.

 

¿Cómo se prepara una tarta de Gin Tonic?

También en la elaboración de la tarta de Gin Tonic iremos por partes, teniendo en cuenta que necesita estar en la nevera varias horas para que cuaje.

El Primer paso es hacer el bizcocho. Si decidimos comprarlo, pasamos al siguiente, que es la elaboración del almíbar:

1. En un cazo ponemos el agua, el azúcar y el zumo de limón.
2. Lo ponemos en el fuego, y una vez rompa a hervir, lo dejamos 3 minutos.
3. Cuando el azúcar ya se haya disuelto y veamos que empieza a reducir, lo retiramos.
4. En un molde (a ser posible desmontable y forrado con papel de horno) colocamos el bizcocho.
5. Ayudados de una brocha, lo empapamos bien con el almíbar.

 

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Después empezaremos a elaborar la mousse de limón:

1. Echamos la leche en un cazo y la ponemos al fuego hasta que rompa a hervir.
2. Retiramos y añadimos el sobre de gelatina. Removemos bien hasta que los polvos se hayan disuelto.
3. Añadimos la leche condensada y el zumo de limón y seguimos removiendo para ligar la mezcla. Dejamos enfriar y reservamos.
4. Mientras tanto, montamos la nata. Cuanto más fría esté, mejor.
5. Cuando la mezcla con la gelatina haya enfriado, añadimos la nata montada y mezclamos con suavidad (mejor con una espátula).
6. Vertemos la mousse encima del bizcocho y lo metemos en la nevera durante un mínimo de 3 ó 4 horas para que cuaje la gelatina.

Una vez hecho todo esto, llega el momento de ponernos con la gelatina de Gin Tonic:

1. Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría.
2. Ponemos un cazo en el fuego con el agua y el azúcar. Removemos hasta que se disuelva el azúcar y lo retiramos en cuanto empiece a hervir.
3. Escurrimos las hojas de gelatina y las echamos en el cazo previamente apartado del fuego. Removemos hasta que se disuelvan.
4. Añadimos el zumo de limón, la ginebra y la tónica. Lo mezclamos todo y lo dejamos enfriar.
5. Con cuidado y extendiéndolo bien, echamos la mezcla sobre la mousse que teníamos en la nevera.
6. Volvemos a meter el molde en el frigorífico para que cuaje la gelatina de Gin Tonic. Necesitará por lo menos otras 4 horas.

Ahora sólo nos queda esperar, desmoldar y decorar la tarta de Gin Tonic con unas rodajas de limón y hierbabuena. ¿Os ha gustado la receta? Otro día más.

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La curiosa historia del gin tonic

Aunque hoy en día es una bebida popular, de la que se pueden encontrar diferentes versiones y disfrutar de ella en numerosos establecimientos, lo cierto es que estamos hablando de un cóctel que cuenta con un interesante recorrido histórico. ¿Os apetece saber más acerca de la historia del gin tonic?

Como primer dato curioso os contamos que, a diferencia de lo sucedido con otros cócteles, el origen del gin tonic está asociado a la medicina y, en concreto, a la búsqueda de una cura para la malaria. Además, el desarrollo de esta popular bebida también basa su éxito en que sirvió como fórmula para tapar el sabor amargo de la quina.

Sorprendente, ¿verdad? El relato comienza en Perú hacia la mitad del siglo XVII, cuando la esposa del virrey Jerónimo de Cabrera enfermó de malaria. Esta famosa mujer salvó su vida gracias a que tomó la corteza de cinchona, convirtiéndose en la primera mujer europea que superó esta patología.

Este éxito hizo que el uso de corteza se extendiera rápidamente por todo el continente europeo aunque hubo que esperar hasta el siglo XIX para el principio activo de esta corteza, la quinina, fuese aislado y extraído. El logro se lo debemos a los científicos franceses Pierre Joseph Pelletier y Joseph Bienaimé.

Así, este principio activo se distribuyó en formato pastilla en las colonias de Asia y África, lugares en los que la enfermedad generaba mayores consecuencias. No obstante, el consumo del mismo era difícil, dado el alto contenido amargo de su sabor.

Para evitar este mal trago –nunca mejor dicho- algunos oficiales británicos que se encontraban destinados en India comenzaron a disolver las pastillas en agua, a la que agregaban azúcar, zumo de lima y ginebra. Se trataba del precursor del gin tonic, una solución que hacía más llevadero el consumo de esta solución médica.

Su éxito fue inmediato y rápidamente las compañías multinacionales vieron un germen de negocio en esta particular mezcla, de modo que comenzó a comercializarse el agua carbonatada con quinina, lo que posteriormente hemos conocido como tónica.

Ahora han pasado los años y como bien sabemos, la utilidad médica de la tónica no se produce. Sin embargo, el consumo de ésta junto a la ginebra crece de manera exponencial. De hecho, hablamos de un cóctel con una salud de hierro, cuyas distintas variedades hacen las delicias de los más existentes paladares.