Jasminum officinale

Diccionario de botánicos: el jazmín

Seguramente, y aunque no lo sepas o no te des cuenta, conoces de sobra (tanto de vista como de olfato) a nuestro botánico de hoy: el jazmín. Una delicada florecilla muy presente en todos los jardines del planeta y en el mundo de la perfumería, que tampoco es completamente ajena al ámbito gastronómico.

Aunque jazmines hay muchos, aquí nos referimos al Jasminum officinalis de toda la vida (común o blanco), una especie de las oleáceas, trepadora, originaria de Asia Central pero naturalizada en todos los continentes. Lo más destacado de la planta son sus inflorescencias, con flores blancas de cuatro o cinco pétalos, cuya fragancia le ha hecho ganarse su popularidad, que dura ya siglos.

jazmin

En efecto, el jazmín lleva cientos de años con nosotros como planta ornamental, y las cualidades aromáticas de sus aceites esenciales (linalool, farnesol, metil-jasmonato) han sido explotadas desde al menos la Edad Media para mejorar cosméticos, ungüentos y perfumes. (¿quién no conoce la clásica agua de jazmín?). Pero es que también tiene cualidades medicinales como producto tónico, astringente, sedante y cicatrizante. También se utiliza en alimentación, para aromatizar infinidad de bebidas, dulces, postres…

Jazmines en el pelo, y rosas en la cara…

Sus aceites esenciales otorgan al jazmín el típico aroma floral de tonos dulces, propios de la lila, pero también tonos más mentolados (del linalool) que se encuentran asimismo en muchas hierbas y cítricos. Al mismo tiempo, se utiliza para reforzar los finales amargos en muchas bebidas aromatizadas. Debido a su intensidad es conocido como el “rey de las esencias”.

Como botánico, parece que el jazmín sea cosa de ginebras nuevas de esas con altas expectativas: Fords, Aduro o Botanica, por ejemplo. También está presente en otras como Monkey47, Bloom o Greenall’s. La ginebra estrella sería T.E.A. Jasmine Gin, aunque en realidad hablamos de una ginebra  neutra (como todas la de la casa T.E.A.) con infusión de jazmín, así que no sé si cuenta.

La potencia del jazmín puede llevarse por delante cualquier cóctel, así que moderación, un par de florecitas son más que suficiente para conseguir un toque que no ahogue la mezcla. Una ginebra con carácter como Aviation puede verse enriquecida por el jazmín y alguna especia cálida (cardamomo, por ejemplo). O, por qué no, un María Dolores Pradera: Larios 12 y Schweppes con jazmín y pétalos de rosa, una parte infusionada en la ginebra, otra parte como adorno.

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