bluecoat

Bluecoat, yankee hasta la médula

¿Hay algo más americano que un perrito caliente en un partido de basket en el Madison Square Garden? Tal vez una casaca azul. Los “casacas azules” que ganaron la Guerra de Secesión a los pobres casacas grises y luego persiguieron indios por todo el Oeste americano inspiran Bluecoat, esta ginebra profundamente americana. Estadounidense, quiero decir.

¿Por qué tan americana? Para empezar, por su propia denominación. Esta ginebra de 47o no es una London Dry, sino una American Dry. Llamadme ignorante, pero nunca había escuchado el término, me da en la nariz que es un reclamo publicitario… El caso es que, junto al predominio del aroma enebrístico propio de la ginebra, se realzan los sabores cítricos hasta el punto de hacerle competencia.

Para continuar, los productos empleados son 100% norteamericanos, desde los cereales empleados para crear el alcohol base (trigo, centeno, cebada y maíz) al enebro y demás botánicos de la mezcla. Productos todos ellos, además, orgánicos (dicen en su web que a ello se debe el aroma terroso y algo picante del enebro, no como el de las bayas menos ecológicas, que recuerdan más al pino.)

Existe una versión envejecida tres meses en barricas de roble (americano, claro)

Hablando de botánicos, al parecer sólo utilizan cuatro: enebro, coriandro, angélica y… y una mezcla de cáscaras de cítricos especialísima y secretísima que marca la diferencia. Por lo demás, el proceso de destilado se diría impecable: cinco pasadas por un alambique de cobre de un solo cuerpo. Del agua no dicen nada; me imagino que será americana (y orgánica, también).

El resultado es una ginebra compleja, donde el enebro comparte protagonismo con los cítricos, por lo que resulta menos seca y dulce que otras ginebras; por otro lado, se reconocen mejor algunas notas florales. Resumiendo, Bluecoat es una ginebra profundamente estadounidense (Destilada en Philadelphia, la cuna de América o sea, de Estados Unidos), con todo lo bueno y todo lo malo que ello pueda acarrear.

Una combinación muy recomendable de Bluecoat es con frutos del bosque. Así, por ejemplo, con una buena tónica (podemos permitirnos una tónica muy seca, incluso los más “dulces” de entre nosotros) y tres o cuatro arándanos resulta un gin tonic muy refrescante y suave. Otra opción en insistir en las notas florales que porta mezclándola con una tónica como Schweppes original y acompañándola de violeta. Como siempre, tú tienes siempre la última palabra a la hora de mezclar!

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