Hoy traemos ante vosotros algo más que una ginebra; traemos el perfecto exponente de una tendencia que ya hemos visto alguna vez, y que en este caso tiene todos los ingredientes para llegar al mejor fin posible. Es la cuadratura del círculo, pero tal vez sea posible; lo veremos. De momento, no os olvidéis de SK Ginebra.

Bodegas Cruz Conde es uno de esos estandartes emblemáticos donde los haya de la España más cañí, en el mejor sentido del término: profundidad y dramatismo esperpénticamente unidos a esa alegría desesperada tan ibérica. El caso es que este buque insignia de la D.O. vitícola Montilla-Moriles lleva desde 1902 sirviendo vinos olorosos, brandies, Pedro Ximénez y demás a cualquiera que quiera probarlos.

Aquí empieza la situación ejemplar de Cruz Conde. Fuertemente asentados en su parte del sector, pronto se dieron cuenta de que la supervivencia pasaba por la expansión, tanto geográfica como sobre todo en productos; se imponía destilar para sobrevivir. Así nacieron los licores más o menos internacionales de la casa, entre ellos, la ginebra SK.

SK es una ginebra premium que sigue el patrón London Dry de toda la vida sin mucho margen para la virguería. Totalmente correcta, con el predominio aromático del enebro y los cítricos que se le supone, 37’5 grados alcohólicos y una cuidada presentación. No es que no se le pueda reclamar nada, es que además ofrece una relación calidad-precio más que competitiva.

La receta de Cruz Conde seguramente sea la clave del éxito

Otro elemento modélico: la ginebra SK son en realidad varias ginebras. Aparte de la SK “madre”, puedes toparte con la Blue, la Pink, la Strawberry y la Wildberry. Como se ve, no se pierde una, e incluye todas las tendencias que vemos en las nuevas ginebras internacionales: la tenemos azul, la tenemos rosa y la tenemos de frutos rojos.

Una ginebra cuidada, de corte más bien estándar, con una amplia gama de avatares a la moda, puesta en tu tienda de referencia a un precio inigualable por una compañía del gremio con larga experiencia en el mercado. ¿Es ese acaso el secreto del éxito? Desde luego, no es la primera gran empresa que se pone a ello con esas mismas pautas.

No busques en SK una ginebra personalísima, de esas de autor, sino una ginebra más bien al alcance de cualquiera (incluidos aquellos a los que en principio no les gusta la ginebra, que para eso están las de colores y frutos rojos), pero que no se resigna a consumir ginebras infectas. Pruébala en un gin tonic clásico (Schweppes y twist de limón) y me lo cuentas.