Cuando escribes mucho sobre gin tonics los adjetivos se van agotando, y es fácil caer en lo excesivo. Desde ahora, podremos llamar “milagroso” a nuestro combinado preferido sin temor a exagerar. Ya sabíamos que un gin tonic sienta bien (bueno, a casi todo el mundo), pero lo que no podíamos imaginarnos era que tenía propiedades curativas realmente increíbles. ¿Curación con gin tonic? ¡Aleluya, hermanos!

Son las polémicas conclusiones que se extraen de un estudio recientemente publicado por el Departamento de Bioquímica Médica de la Universidad de Oklahoma. Parece ser que la combinación de los flavonoides presentes en el gálbulo del enebro y los felandrenos de la raíz de angélica es la clave. La tónica proporciona la quinina que activa el proceso, hasta ahora desconocido, que tan beneficioso resulta para la salud humana.

Los científicos se decidieron a realizar ensayos estadísticamente relevantes después de reunir cientos de testimonios de personas de todo el mundo que aseguraban que el gin tonic les había aliviado de sus males. Jaquecas, inflamaciones articulares e hipermetropía son algunas de las dolencias contra las que el gin tonic es especialmente efectivo. Existía también registro de sus grandes resultados en enfermos del síndrome de Nieklot. Un granjero de Wichita aseguraba, incluso, que cuando se pasó del cubalibre al gin tonic se curó su avanzada alopecia.

Antes de realizar pruebas en humanos se usó el gin tonic en ratones

Al fin y al cabo, no debería resultarnos tan extraño. Con un vistazo rápido a la wikipedia y después de varias desambiguaciones podremos constatar que en su origen, la ginebra era una bebida si no medicinal, al menos sí tonificante. Sus cualidades como digestivo también son ampliamente conocidas. La elección de botánicos que los maestros holandeses eligieron no fue a la buena de Dios ni por razones puramente aromáticas.

Pudiera ser incluso que diferentes mezclas diesen diferentes resultados. No es una hipótesis descabellada, habida cuenta la diversidad de botánicos (y por ende principios activos) presentes en el mercado actual de la ginebra y nuestra ignorancia acerca de las más sutiles combinaciones bioquímicas. Actualmente, el doctor Jimmy Theodors, director de la investigación, realiza pruebas comparando el Tanqueray con Schweppes y el Hendrik’s con Fever Tree en una muestra de sufridos pacientes de hipo crónico.

La verdad es que, sobre todo pensando en la Nochevieja que se avecina, me quedo mucho más tranquilo; que no es lo mismo hincharse a copas que hincharse a un elixir de la vida, como quien dice. Aunque bien pensado, tampoco el exceso de medicamentos es bueno, eso está claro. En fin, en cualquier caso, siempre podremos imitar al abogado samoano Dr. Gonzo en nuestra aproximación a la barra, gritando “¡Dame la medicina!”