Sí, es un topicazo, pero algún día tenía que aparecer en nuestro blog. Me pregunto por qué es tan fácil encontrar lo más caro del mundo, y no lo más barato… En fin, que tras este reclamo publicitario se esconde una ginebra que por supuesto no he probado, pero que tiene muy buena pinta en cuanto a rigurosidad en su fabricación y calidad en el resultado: Nolet’s Reserve.

Las credenciales no podrían ser mejores, desde luego. Es un producto de la prestigiosa destilería Nolet, asentada en Scheidam, Holanda (verdadera cuna de la ginebra) desde 1691. Si más de trescientos años en las manos de una misma familia no es garantía de saber hacer bien las cosas, la implicación personal del presidente, Carolus Nolet senior, da idea de la seriedad del proyecto.

Por supuesto, hablamos de una premium, estilo London dry gin, destilada a partir de alcohol de cereal en pequeños alambiques de cobre heredados de dos o tres generaciones atrás y embotellada en la misma destilería. El propio Nolet prueba cada remesa antes de embotellarla (y seguro que ese hombre ha bebido buena ginebra toda su vida, así que habrá que fiarse).

Hablamos de unos 550 euros la botella

No se conoce la receta exacta de los botánicos empleados para redondear entre otras; sólo que Nolet se ha encargado de elegirlos y seleccionarlos. Sabemos que la verbena se encarga de proporcionar el punto cítrico, muy sutil y elegante. Otro ingrediente es el azafrán; será, aparte de para aportar un toque más cálido, para justificar el precio… También hay casia, regaliz, frutos rojos, manzana y pétalos de rosa.

El resultado es un líquido ligeramente dorado, de sabor sofisticado y largo en boca, apto para combinar de muchas maneras. Si alguna vez se me presenta la posibilidad de probarla, lo haré sola; y si puedo repetir, con una tónica clásica y un twist de limón; un sacrilegio, dirán algunos… Bueno, si puedo permitirme una segunda copa, podré permitirme este tipo de excentricidades, digo yo.

Concluyendo, estamos ante una ginebra de calidad superior de más de 52 grados de excelente acabado y con una cuidada presentación. No sé si valdrá lo que cuesta; con estas cosas nunca se sabe. Lo que es sabido es que la edición limitada lleva, desde que salió en 2010, unas 2.000 botellas. Por lo menos te la firma Carolus en persona. Qué menos.