Amamos el gin tonic, pero posiblemente tomarse uno de estos cócteles no sea la mejor idea para la hora del desayuno. Aunque hay algunos cócteles, como el mimosa o el bloody Mary, que han sido incorporados a la primera comida del día (¡y la más importante!) por aquellos que son fans entregados del brunch, lo de desayunar con un gin tonic no se ha estandarizado.

Pero no debemos preocuparnos: llevar el gin tonic al desayuno es posible. Solo que para hacerlo hay que echarle imaginación y sobre todo no tomárselo de forma completamente literal. Se puede desayunar con gin tonic, por supuesto, pero siempre que se convierta en mermelada de gin tonic. 

Por suerte para los más sibaritas, ya existen marcas de mermeladas gourmet que se han lanzado a investigar sobre cómo crear mermeladas con nuestro cóctel favorito. Bubub es una marca de mermeleadas artesanales bastante osada y tiene mermeledas de txikito, de txakolí, de ¡encierro!, de melocotón a la ginebra o de cava y oro. Y, por supuesto, tienen también una de gin tonic.

“Hemos escogido una buena ginebra y una tónica con auténtico sabor a quinina y las hemos macerado a fuego lento con bayas de enebro, cardamomo, pimienta rosa y corteza de limón”, explican en la presentación del producto, que recomiendan sobre todo para tomar con cosas saladas.  Con ella te puedes preparar cosas como canapés de gin tonic.

No son los únicos que fabrican mermelada de gin tonic. Elasun, otra marca de mermeladas artesanales, también tienen gelée de gin tonic.

Y es que en realidad la forma más exacta de llamar a las mermeladas de gin tonic es más bien gelée, porque más que mermeladas o confituras como las que conoces de frutas son gelatinas.

Pero, aunque no sean exactamente mermeladas, podrás hacerlas en casa igual que puedes hacer mermeladas de frutas. No es muy difícil encontrar recetas en internet que te ayuden. Nosotros nos hemos inspirado en una de Dr. Oetker.

Para hacer tu receta de gelée de gin tonic solo necesitas:

- 4 hojas de gelatina

- 100 gramos de azúcar

- 250 ml de agua

- 150 ml de tónica

- 100 ml de tu ginebra favorita

Como harías con cualquier receta de gelatina, tienes que poner a remojar las láminas de gelatina. Luego resérvalas mientras mezclas los demás ingredientes.

Lleva en un cazo el agua y el azúcar a ebullición hasta que el azúcar se disuelva. Una vez que esto ocurra, aparta del fuego y mezcla (recuerda, sin fuego) las hojas de gelatina hasta que estén bien mezcladas. Una vez que esto ocurra solo tienes que añadir la ginebra y la tónica, remover para que se mezclen y verter en los recipientes donde guardarás la gelée. Déjalo enfriar en la nevera y listo.

Foto Jacob Haas