(Viene de aquí)
Como si de un sacrílego o ateo rito se tratase, beberse, o aún más, servirse un Gin-tónic es, para el hombre, quizá el último ejercicio de libertad y autoproclamación de masculinidad permitidas a éste por la sociedad.
(Viene de aquí)
Como si de un sacrílego o ateo rito se tratase, beberse, o aún más, servirse un Gin-tónic es, para el hombre, quizá el último ejercicio de libertad y autoproclamación de masculinidad permitidas a éste por la sociedad.