lolita

Lolita Stirrings

Puede parecer el nombre de guerra de una cabaretera del viejo Oeste americano, pero no. Es más una niña bien de Nueva Inglaterra, modosa pero con algo… La tónica Stirrings reúne ciertas características que la hacen merecedora del epíteto creado por Nabokov para su famoso personaje: suavidad y dulzura, pero también una sofisticación y capacidad de seducción inesperadas y, por todo ello, inquietantemente atractivas.

Es difícil ponerse de acuerdo respecto a muchas cosas cuando hablamos de esta joven tónica originaria de Massachusetts, y tiene encendidos paladines y detractores. Yo mismo he ido bandeando, confuso, a medias repelido y a medias seducido por esta desvergonzada de aspecto inocente y angelical. ¿Una delicada compañía sin malicia, casi refresco dietético de quinceañeras, o mucho más?

Nadie discute que la criatura ha sido bien criada. Es una tónica premium en todos los sentidos, tanto por la elección de ingredientes (edulcorada con azúcar de caña) como por los detalles del procesado (agua de manantial triplemente filtrada en carbón vegetal). Pero la familia, la Compañía Stirrings… personalmente, se les nota demasiado avezados en el arte de crear productos para los modernos, en el peor sentido del término.

Una tónica para nuevas generaciones más lánguidas

Lo que pasa con Stirrings es que resulta una tónica suave, muy suave. Tiene un carbonatado muy flojo y poca fuerza en la quinina, lo que te lleva a fijarte en unos aromas dulces y cítricos claro pero tampoco muy marcados. ¿Un fiasco, entonces? Pues ni mucho menos. El caso es que tiene sabores equilibrados y está bien hecha, y en ningún caso molestará a ninguna ginebra que esté acompañando.

Es interesante probarla con ginebras distintas, más clásicas y más contemporáneas, para constatar ese buen maridaje basado en dejarnos saborear bien la ginebra, sin disfraces. Al cabo de unos tragos nos sorprenderá esa compañía poco notoria pero, tal vez por ello mismo, muy atractiva. Si aporta lo que para algunos tiene que aportar la tónica puede ser discutible, pero no te va a machacar una buena ginebra.

Los aficionados a las tónicas intensas como servidor (pienso en Thomas Henry o en la clásica Schweppes) pueden encontrarla floja en un primer momento. Otros la encuentran arrebatadora, adictiva hasta el punto de convertirse en su preferida y casi imprescindible. Seas de los que te gustan las ginebras ricas en botánicos o prefieras una ginebra tradicional poco aderezada, Stirrings ofrecerá una compañía sutil pero muy correcta para un resultado de conjunto muy elegante.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *


− 3 = two

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>