Ya seas un ginlover, te decantes por un buen ron añejo o seas de los que no se resiste a un whisky, después de leer este libro cambiará tu forma de catar los destilados. La Guía Spirits, “Los 150 mejores destilados”, es lectura indispensable para quienes quieren aprender un poco más de este mundo.
Su autor, Jesús Bernard, nos enseña todo lo que necesitamos saber de las bebidas. Desde su historia y evolución hasta el precio recomendado por cada distribuidor, pasando por la destilería que las elabora, su importador, una descripción del destilado, las notas de cata o el perfect serve.
Los 150 mejores destilados: el autor
De esta forma la guía de “Los 150 mejores destilados” se ha convertido en una referencia dentro del sector de los destilados en España. Para elaborar este texto se ha seleccionando los mejores whiskys, cognacs, ginebras, tequilas, licores, armagnacs, mezcales y brandys.
Bernard es director de Planeta Hedonista, web especializada en vinos, cervezas y bebidas espirituosas. “Vivimos un momento de esplendor en el mundo de las bebidas espirituosas: nunca tuvimos a nuestro alcance tanta diversidad de estilos, calidad y personalidad de licores y destilados. Disfrutar de una buena copa con la pareja o con un grupo de amigos destila una buena conversación y alegría de vivir. Bebemos menos, pero bebemos mejor, una tendencia que se asienta entre los buenos aficionados, deseosos de descubrir el origen, las técnicas de destilación y las características sensoriales de la bebida espirituosa que disfrutan”, confiesa.
Los 150 mejores destilados: la cata
Aparte de un breve recorrido por el origen de los destilados y las técnicas de destilación y envejecimiento, en La Guía Spirits, “Los 150 mejores destilados”, se hace especial énfasis en la degustación de las bebidas espirituosas. Así, podemos saber que catar un destilado conlleva:
- Incrementar las sensaciones que uno percibe con sus sentidos y obligarle a verbalizar estas sensaciones.
- Mejora el vocabulario y la memoria sensorial mediante una sencilla técnica.
- Ser conscientes de que, aunque esta técnica tiene mucho en común con la cata de vinos, en la copa hay una bebida de alta graduación, y la pituitaria y papilas gustativas pueden sufrir la agresión del alcohol. Por ello, en la cata técnica se suelen añadir unas gotas de agua para abrir sus aromas, y a veces diluir al 50% para percibir mejor sus características. Todo el mundo puede entrenar sus sentidos en catas no muy largas, de unas seis muestras para no fatigarse, y beber un poco de agua fría entre copa y copa, para refrescar las papilas.
- Para catar es necesario utilizar todos los sentidos, pero sobre todo tres:
1. La vista. Percibimos su aspecto y valoramos el color y la intensidad del mismo.
2. El olfato. Apreciamos los aromas. Pero en los espirituosos son muy volátiles, por lo que no debemos remover la copa para apreciarlos (a diferencia del vino). La copa ideal de cata es similar a un catavino jerezano, algo mayor de tamaño, con la boca cerrada para percibir mejor los aromas.
3. El gusto. En boca se valora primero la untuosidad o la sensación punzante del alcohol, siendo siempre mejores las sensaciones suaves y sedosas, que no desecan las papilas gustativas; luego, se aprecia su cuerpo y gama de sabores, con sus notas dulces, ácidas, salinas o amargas.
Esta guía de la editorial Geoplaneta la podemos adquirirla por 11,95 euros.