pepino2

Diccionario de botánicos: el pepino

Aparte de cómo ingrediente botánico de la ginebra y aromatizante de los gin tonics, el pepino es un viejo conocido del que todos nosotros conocemos multitud de utilidades. Dejémoslo ahí. Es uno de los miembros más peculiares de la gran familia del gin tonic, pero su marcado sabor lo ha hecho uno de los preferidos de muchos gintonicholics.

En fin, el pepino exige poca presentación. Cucumis sativus para los amigos, es una planta herbácea rastrera de la familia de las cucurbitáceas (como todo connaisseur de Mortadelo y Filemón sabrá) originaria del sudeste africano que lleva cultivándose cinco mil años desde la India a América, pasando por Asia Menor y Europa. Se recolecta verde y suele consumirse fresco o en salmuera (como mis queridos pepinillos en vinagre).

Del terruño a tu copa de balón.
Del terruño a tu copa de balón.

En principio, no cabe esperar un gran aroma en una cosa compuesta en un 97% por agua, pero con el pepino no es así. Su fresquísimo amargor lo hace protagonista de excelentes ensaladas en el mundo entero y extrañas sopas en el norte europeo, y buen complemento de pescados ahumados o quesos fuertes. Perteneciente a la familia floral-frutal de los botánicos de la ginebra, su aroma recuerda más bien al de la hierba verde.

Un aroma sutil con mucha personalidad

Hendrick’s es la ginebra con pepino por excelencia. Entre sus diversos y muy bien tratados botánicos ponen el acento en una arriesgada combinación: la infusión de los pétalos de rosa y los pepinos; dulce y amargo, pero ambos sutiles. Consiguen ese toque único, esa personalidad que la ha hecho tan querida por los aficionados y tan admirada por la competencia.

En gin tonic, el pepino como aromatizante suele emplearse acompañando a la Hendrick’s (con QTonic por ejemplo, u otra tónica de burbuja fina). Es recomendable dejar macerar unos minutos un par de rodajas (a mí me gustan más unos bastoncillos) en la copa con la ginebra y el hielo, y hay quien se “ayuda” de lima y/o romero para redondear el sabor, hacerlo más refrescante o más “meditarráneo”.

Como ha ocurrido con otros aromatizantes, su uso ha llegado a extenderse hasta la náusea. He llegado a ver un Larios con cola con unos tropezones de pepino flotando. Tampoco es eso. Déjalo para ginebras amargas (refuerzo) y cítricas (contraste), pero como siempre te recomendamos, no dudes en seguir buscando ese gin tonic personalmente perfecto que llevas dentro. Si quieres darte un gusto, acuérdate del pepino. Dejémoslo ahí.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *


6 − two =

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>