arandano

Diccionario de botánicos: el arándano

Este post llega más tarde de lo que debería; pero, aunque la temporada de frutos del bosque toca a su fin, aún estamos a tiempo de encontrar arándanos de primera para enriquecer nuestros gin tonics. Una opción elegante, sutil y llena de posibilidades a la que se puede sacar todavía mucho jugo.

El arándano, mirtilo, arañón o ráspano (en inglés lo llaman blueberry, como el teniente de Charlier y Giraud, aunque la terminología puede resultar confusa) que podemos encontrar habitualmente será el Vaccinium corymbosum, la “versión americana”, más grande y habitual, o (si tenemos suerte), el Vaccinium myrtillus, variedad silvestre más jugosa y mucho más cara. En todo caso, es un arbusto caduco de un metro o dos de alto, de hojas ovales dentadas, pequeñas flores verde-rosadas y frutos azules y “polvorientos” cuando están maduros, tocados con una pequeña corona.

El arándano, criado en climas fríos y suelos ácidos, es tradicionalmente muy apreciado en los países del norte de Europa y en Norteamérica en repostería y licorería principalmente (tiene fama merecida su mermelada). Además está lleno de principios saludables: es excelente para la vista, y el aparato urinario, además de antidiarreico, antiséptico e hipoglucemiante. Un dechado de virtudes, en suma.

Una delicada fruta llena de aromas sutiles

Lo que hace destacar al arándano sobre otras frutas es su matizada paleta de aromas. Rico en taninos, flavonoides y mirtilina, su sabor resulta a la vez astringente y de un dulzor delicado con recuerdos de violeta, humo y musgo, aparte de los tonos afrutados comunes a todas las frutas rojas o del bosque. Pero es que tiene, además, un nosequé tan característico…

No hay muchos creadores que se hayan atrevido a tirar del arándano a la hora de crear sus ginebras (que sí menudean en otros licores frutales). La excelente Brockmans es uno de esos casos. Otras ginebras con arándano son auténticas rarezas locales, como la Black River de Maine (EEUU). En coctelería (y más concretamente en el caso del gin tonic) el arándano es un acierto seguro, sea empleándolo al natural o en infusión.

Una Sikkim con Fentiman’s, arándanos y naranja está buenísima (un twist de lima tampoco le queda mal). Otra idea estupenda es acompañar una Brockmans y una Q Tonic con arándanos frescos y virutas de chocolate. O una buena ginebra como Seagram’s con una Schweppes, su twist de limón un par de hojas de menta y unas cuantas de estas bayas… Delicioso.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *


nine + = 14

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>