Seguro que si la comida te queda muy sosa, o demasiado salada, o al probarla notas que le falta algo sabes cómo arreglarla para dejarla a tu gusto. Pero, ¿qué ocurre si cometes un pequeño fallo en la elaboración de un Gin Tonic o cualquier otro combinado? Hoy os doy unos pequeños trucos con los que seguro que conseguiréis salir del paso.
Antes de desechar el Gin Tonic y malgastar todos los ingredientes que hemos utilizado en su elaboración podemos poner en marcha estos consejos. Sí, es cierto que son de ‘andar por casa’, pero funcionan igual de bien que los remedios de la abuela.
Arregla un Gin Tonic aguado o demasiado fuerte
- ¿Tu bebida está aguada o es muy suave? Supongamos que el combinado nos ha salido demasiado aguado. Lo más rápido y efectivo es añadir unas gotas de la bebida más seca que hayamos empleado en la mezcla. También puede ocurrir que nos haya salido muy suave. En este caso echamos la bebida en un vaso mezclador y vamos añadiendo el alcohol que hayamos elegido. Probamos de nuevo y vamos rectificando.
- Suaviza la mezcla. Si, por el contrario, el cóctel nos ha salido tan fuerte que apenas podemos beberlo, el remedio es a la inversa: Podemos intentar batirlo de nuevo con hielo (entre 8 y 10 segundos) o añadir un poco de agua muy fría.
- ¿Cómo hago un combinado más seco? Los puristas del Gin Tonic no quieren ni oír hablar del zumo de limón en esta bebida. Pero imaginemos por un momento que la copa está demasiado dulce y nos pide a gritos una mezcla más seca. El zumo de limón puede ser la solución, aunque también podemos probar a agregar un chorrito de la bebida más seca que lleve nuestra mezcla.
- ¿Buscas un cóctel más dulce? Actuaremos de forma inversa al supuesto anterior. En este caso tenemos dos opciones: Añadir una pizca de azúcar o incorporar unas gotitas de la bebida más dulce que haya intervenido en este combinado, incluido zumo de frutas si lo llevase.
Por último, puede ocurrir que la bebida no esté todo lo fría que debiera. Para esos casos deberíamos tener siempre en el congelador unas copas. Como mal menor podemos incorporar un par de piedras de hielo, pero deben ser grandes y compactas. De esta forma evitaremos enfrentarnos a un mal trago.
