regaliz

Diccionario de botánicos: el regaliz

El regaliz es uno de los botánicos más clásicos en el universo de la ginebra. Sus múltiples usos lo hacen familiar también fuera de ese ámbito, y su aroma es plenamente reconocible por casi todos, aunque no tan reconocido como debería. Hoy conoceremos aún mejor a un conocido de toda la vida.

El regaliz (Glycyrrhiza glabra) es una planta herbácea nativa del Mediterráneo, de un metro de altura, con raíces estoloníferas, hojas pinnadas, inflorescencias azules o púrpuras y semillas en vainas. Recibe mucho otros nombres según donde se encuentre, y su cultivo está muy extendido por todo el mundo. Pero es más reconocible a la vista bajo la forma de palo.

Un dulce de regaliz salado, típico de Escandinavia.

Es la raíz de la planta, una vez seca y a veces tostada, la parte de la planta que se aprovecha, debido a su fácil conservación y concentración de propiedades tanto medicinales como culinarias. La lista de componentes es larga (glicirricina, flavonoides, betacarotenos, proteínas, minerales, vitaminas…) y su uso curativo recurrente. Es excelente para el aparato digestivo, el hígado y el aparato respiratorio, es un potente antivírico, antidepresivo y antibiótico.

Directamente del kiosko de chucherías a tu gin tonic

¿Quién no conoce los palos de regaliz, culpables del otro nombre habitual del regaliz, el “palodul”? Sin embargo, en la industria se utiliza sobre todo la raíz molida y hervida, y no la ramita que mordisqueamos de niños. Y aprovechada para hacer dulces y como condimento. El dulce es el aroma predominante en esta planta, pero unido a una amplia gama de anisados, además de tonos amargos muy marcados y otros más leves que recuerdan a la pimienta y al pino.

En torno a medio centenar de ginebras recurren al multifacético regaliz, entre las que podemos mencionar Martin Miller’s, Tann’s, Brokers, Nº 1, Bombay, Citadelle… Y no sólo las ginebras Dry London, también hay numerosas genevers y ginebras aromáticas que utilizan el regaliz porque, como decimos, tiene un abanico amplio de sabores para combinar.

Insistiendo en esta misma idea, en coctel el regaliz es una idea con muchas posibilidades. La he visto con canela acompañando a una Bulldog con Fever Tree, muy elegante a la vista. Pero con cítricos el regaliz contrasta muy bien, y puede enriquecer ginebras secas como Bayswater. Incluso Hendricks y Schweppes con twist de lima, twist de naranja y palo de regaliz (y mucho hielo) puede ser un gran triunfo.

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