azahar

Diccionario de botánicos: la flor de azahar

La flor de azahar nos habla de la dulzura de lo humilde, de la belleza de lo cotidiano. ¿Cómo un campo de naranjos normal y corriente, tan habitual y al tiempo tan ligado a la producción, puede desprender un aroma tan embriagador e inolvidable? Quien conoce el aroma del azahar no puede olvidarlo. En el mundo de la ginebra se ha convertido, con razón, en un “botánico-franquicia”.

La flor de azahar o azahar (que viene a significar “flor” en árabe) no es sino la flor de los naranjos, limoneros y cidros, aunque más específicamente puede referirse a la naranja Citrus x aurantium. Huelga decir que el uso agrícola continuado de estos cítricos (primero en Persia y el Mediterráneo, luego por doquier) desde hace milenios ha hecho del azahar un viejo conocido.

Se ha usado tradicionalmente como flor ornamental (son pequeñas, blancas, de cinco pétalos) y doméstica, y se ha utilizado con frecuencia para crear perfumes una vez secas. En forma de infusiones, aguas y aceites (el llamado neroli), el azahar ha servido para aromatizar pastas, masas pasteleras y salsas, pero también como digestivo, contra los cólicos y contra los estados nerviosos.

Azahar es romance, es Mediterráneo, es lánguido abandono.

Destacan particularmente en el azahar principios y flavonoides responsables de los aromas amargos, ácidos y cítricos, que esperaríamos en una flor como esta, como el limoneno, el nerol, el linalol, el geraniol, el principio amargo, el ácido cítrico. Pero también tiene la controvertida cumarina, que recuerda inmediatamente a la canela y la corteza de cassia.

La flor de azahar no está en el panteón tradicional de los botánicos de la ginebra, pero encaja tan bien que para algunas ginebras es un elemento central: Tarquin’s, D’Azahar, Level o la excelente edición de temporada de Stone Pine de 2015 dan fe de ello. También se encuentra, sin tanto protagonismo, en muchas otras: Botanic Ultra, Only, Larios 12, Distillery Botanica, Entropía, Wint & Lila, John Tony’s y alguna que otra edición especial.

Pocos aromatizantes pueden ser quedar tan resultones al ojo como el azahar. Aprovechemos entonces. La flor de azahar ayuda notablemente a esas ginebras muy florales, a veces complicadas, como Beefeater 24 o las ediciones raras de William Chase. Otras más secas, dulces o cítricas) también lo agradecerán según lo mezclemos con twist de naranja, frambuesas o cardamomo. No te olvides de la tónica Schweppes Lavanda & Azahar si quieres insistir.

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