Hay profesiones que son más complicadas que otras. Algunas requieren un nivel de cualificación especial y otras exigen una empatía desbordante. Hay una personalidad para cada una de ellas y cuando uno es bueno en su trabajo y le gusta a lo que se dedica, se nota. Es innegable, si uno está cómodo con lo que hace, transmite buenas vibraciones y eso atrae a los clientes.
Una de las profesiones que exigen más conocimiento de las personas es la de barman. En ocasiones la figura del barman está infravalorada y no debería ser así, porque él mejor que nadie sabe lo que busca cada persona en cada momento, si necesita un cóctel o un combinado dependiendo de su estado de ánimo y de sus gustos. Es el mejor asesor y consejero, incluso en ocasiones se convierte en un buen amigo.
Pero, ¿cómo es posible reconocer a un buen barman?, ¿qué les caracteriza y diferencia de sus compañeros de profesión? Te enseñamos las claves para localizarlo incluso a metros de distancia:
- Hace el papel de psicólogo: un barman está detrás de la barra en los buenos y malos momentos, por lo que en muchas ocasiones tiene que escuchar los pormenores de la rutina de aquellos que se sientan al otro lado. Su misión es escuchar, entender y ofrecer algún consejo moderado que alegre el día a la persona en cuestión.
- Reparte sonrisas: su trabajo está dentro y fuera de la barra, por lo que además de preparar buenos cócteles tiene que estar pendiente de servirlos con simpatía y una sonrisa es siempre la mejor opción.
- Tiene vocación de alquimista: prueba, mezcla, innova, inventa y combina ingredientes, botánicos y bebidas hasta dar con la receta excepcional. Es curioso y siempre quiere descubrir cosas nuevas para ofrecer los mejores combinados a sus clientes.
- Es paciente: la indecisión nunca es buena compañera pero la realidad es que va ligada a muchos de los que se acercan a la barra a pedir algo. Por eso, un buen barman no se impacienta a pesar de que tenga a varias personas esperando a ser atendidas.
- Invita “en nombre de la casa”: la lealtad hay que premiarla y aquellos clientes que siempre acudan al local deben ser premiados con alguna que otra invitación. Un gesto que afianza el vínculo entre barman y cliente.
- Colecciona utensilios: utiliza toda clase de herramientas para realizar su trabajo, desde el abrebotellas hasta un medidor pasando por la cuchara, un exprimidor, una hielera, unas pinzas, un mortero, una coctelera y una licuadora.
- Es inquieto y atento: siempre está pendiente de si alguien se ha terminado su bebida y está al tanto de las nuevas tendencias en cuanto a coctelería se refiere.