Hágase la luz; y la luz se hizo. Muchas veces nos encontramos con ginebras de lustroso aspecto que resultan muy agradables pero no dejan de ser una más. No es el caso de Sacred gin, una verdadera novedad aparecida en el mercado en 2009, con un patrón artesanal que aún se mantiene (más o menos, me imagino) y mucho que decir a los amantes de las ginebras.
Sacred gin es la arriesgada apuesta de Ian Hart, hombre de negocios y luego destilador amateur radicado en Londres. Instaló su microdestilería en su casa familiar de Highgate Hill y hace novedosos aportes al proceso de destilación, así como en la selección de botánicos. Es una ginebra personalísima con una tirada muy corta (mil botellas al mes) a la que resultaría interesante echarle el guante.
El amigo Ian, de formación científica, realiza la maceración de los botánicos en vacío, por lo que no se requiere la alta temperatura del proceso tradicional, que ciertamente modifica la esencia de estos productos y hace perder ya no intensidad, sino algunas de sus notas. El proceso no es broma; son tres maceraciones en alcohol y dos en agua antes de la destialción para cada botánico; y por separado. Ian hace constar también que se parte de alcohol de grano inglés de primera calidad.
Fue premiada en 2009 en la GinMasters Competition
Con los botánicos es menos explícito. Sabemos que son doce (¿un guiño a los apóstoles?) Enebro hay, eso está bien. También mencionan el limón, el cardamomo y la nuez moscada, indispensables. Pero parece que a Ian le gustan las direcciones prohibidas, y ha rescatado de los catálogos botánicos holandeses del siglo XVII el incienso (Boswellia sacra) como ingrediente de su ginebra.
La combinación resulta muy equilibrada y fácil de beber. Es fresca y suave, principalmente cítrica y herbal. El incienso le da un toque incomparable y que queda como fondo de manera tenue pero muy prolongada. Es una ginebra claramente contemporánea que hace algunos guiños a la historia y a la ortodoxia. El resultado, realmente excelente.
Cómo podemos combinarla en un gin tonic. Pues de formas muy diversas. Ejemplo uno, con sobriedad: tónica Peter Spanton nº5 con twists de naranja y de lima. Ejemplo dos, con alegría: tónica Boylan, fresa y dos granos de café. En cualquier caso, no te la pierdas, si puedes, porque vale realmente la pena para cuando más te lo merezcas. Te harás devoto, ya verás.