entropia

Entropía, ginebra gallega de inspiración insospechada

Galicia empieza a hacerse un hueco bien firme en el panorama no ya español, sino internacional, de la fabricación de ginebra. Hoy os presentamos Entropía, de la mano de la bodega orensana Novalicor, una ginebra con unos rasgos únicos: es la única que utiliza ginseng y guaraná como parte de su receta.

La entropía puede definirse como la medida del desorden de un sistema. No sé si es lo que pretende presentar la ginebra, algo así como un desorden mesurado, un equilibrio en medio del caos. El caso es que, filosofías aparte, Entropía es un caso especial: unos botánicos fuera de toda lógica dentro de un patrón por lo demás (productos, proceso de destilación) correctísimo.

Resulta que el derretimiento del hielo es un buen caso para analizar la entropía…

El alcohol base es de trigo entero; la destilación es triple, y se hace en lotes pequeños (small batch); además, tras la tercera someten la mezcla a una nueva maceración con su mezcla mágica. Se filtra mecánicamente por triplicado. Los ingredientes son naturales (ni colorantes, ni aditivos, ni aromatizantes) y el proceso es casi completamente artesanal. El resultado, una ginebra London Dry contemporánea, una Premium de 40o con todas las de la ley.

Los más tradicionales pueden buscar la versión Entropía gin Pure

La lista de botánicos es larga, nada menos que catorce productos entre hierbas, especias, frutas y flores. Sabemos que lleva enebro, cilantro, angélica, piel de naranja y de limón, regaliz, jengibre, nuez moscada, hibisco y azahar. El ginseng y el guaraná ponen la nota diferente, exótica, realmente insospechada, y (la verdad) sorprendentemente adecuada. De esas cosas que cuando las pruebas te preguntas cómo es que nadie lo había pensado antes.

Es una ginebra muy aromática, como podía esperarse. El enebro y los cítricos ponen la nota predominante, pero tanto los tonos dulces terrosos del guaraná y el ginseng como los toques dulces y picantes de las especias (estas sobre todo al final) también son fácilmente reconocibles. Aunque admite numerosas combinaciones, una tónica neutra (Fentiman’s por ejemplo) y un simple twist de naranja la acompañan perfectamente.

Encontrarás Entropía en una botella sencilla, cilíndrica, de líneas rectas, con el nombre serigrafiado en vertical. La reconocerás por su inédito color ambarino, dorado. La recordarás por su sabor, imposible de hallar en cualquier otra ginebra del mercado, por lo menos que yo sepa. El tiempo, ese gran igualador de las veleidades humanas, dirá si se convierte en un acierto duradero o una extravagancia pasajera. Y nosotros que lo veamos.

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